MARUJA CAFÉ
Restaurante
La Maruja de La Pola
El barrio La Pola es uno de los más antiguos de Ibagué y se caracteriza por sus calles adornadas por Ocobos, amplias viviendas de estilo colonial, edificios modernos y puntos comerciales que invitan al forastero a formar parte de ellos. Así me encontraba la primera vez que visité el sector en agosto de 2022, obnubilada ante la gran variedad de ofertas gastronómicas que los restaurantes de la zona le ofrecían a mi paladar. El recorrido por los diversos locales fue extenso. “A la orden señorita”, “qué se le ofrece”, “bienvenida, pase y tome asiento”, fue todo lo que escuché durante el trayecto. Sin embargo, en medio de un mar de posibilidades, hubo un establecimiento que llamó mi atención.
Al peculiar aspecto de la fachada -destacada por sus murales artísticos y estilo colonial- se le sumó la calurosa bienvenida por parte de un hombre que se encontraba en la puerta. La conexión con el sujeto fue instantánea y no pude resistirme a su invitación. Al ingresar decidí preguntar por su nombre, a lo que respondió: “me llamo Gildardo Aguirre Aristizábal”. Sin saberlo, me encontraba ante uno de los fundadores de Maruja Café, negocio familiar propiedad de los Aguirre Calderón. Me ubiqué en la mesa y uno de los muchachos me acercó una carta, la cual ofrecía tres opciones, Sándwich Clásico, La Maruja y La Barranquera.
Decidí ordenar La Barranquera, que lleva pan brioche, carne desmechada, vegetales y salsa de la casa. El pedido no tardó más de 10 minutos. Me dispuse a disfrutar del aperitivo, al tiempo que Gildardo se acercó a la mesa y tomó asiento.
-“¿De dónde nos visita señorita?”, me preguntó.
- Vengo de la Universidad de Ibagué (…) estoy realizando un trabajo acerca del barrio La Pola, respondí mientras degustaba el emparedado.
En ese momento pude percatarme de lo buen conversador que es Gildardo, quien aprovechó el poco flujo de clientes para contarme detalles de su historia. Su aspecto joven disimula perfectamente sus 72 años. Es originario de Casabianca, Tolima, y en la actualidad se encuentra casado con Josefina Calderón Gil, con quien tuvo dos hijos: Luisa Fernanda (arquitecta) y Gabriel Eduardo (chef del negocio familiar y bailarín). A lo largo de su vida se desempeñó como docente, pero siempre le llamaron la atención el folclor y la cultura, lo que lo llevó a convertirse en director del Grupo de Danzas Folclóricas de Armero hace 37 años.
FOTO TOMADA POR: CAMILA MUÑOZ
En ese momento pude percatarme de lo buen conversador que es Gildardo, quien aprovechó el poco flujo de clientes para contarme detalles de su historia. Su aspecto joven disimula perfectamente sus 72 años. Es originario de Casabianca, Tolima, y en la actualidad se encuentra casado con Josefina Calderón Gil, con quien tuvo dos hijos: Luisa Fernanda (arquitecta) y Gabriel Eduardo (chef del negocio familiar y bailarín). A lo largo de su vida se desempeñó como docente, pero siempre le llamaron la atención el folclor y la cultura, lo que lo llevó a convertirse en director del Grupo de Danzas Folclóricas de Armero hace 37 años.
La comida estaba deliciosa y el diálogo con Gildardo hacía más ameno el momento.
-“A las personas les gusta venir cuando está el grupo de danzas de Armero ensayando (…) las señoras entran, suben, comen y ven bailar”, afirmó Aguirre.
-¿Qué planes tiene a futuro respecto al establecimiento?
-“Queremos volverlo un restaurante que se caracterice por la buena atención al cliente. Yo estudié eso en el SENA”.
Gilberto estudió piscología del cliente, lo que le permite determinar distintos patrones de comportamiento en cada uno de sus comensales, por ejemplo, reconocer si la persona disfrutó el plato, qué preferencia tiene, quién es dominante, entre otros aspectos. De allí que su modo de atender haya cautivado mi atención. Una vez finalicé mi sándwich, me ofreció hacer un recorrido por los distintos sectores de la cafetería, a lo que respondí asertivamente. El lugar cuenta con diversos sitios identificados de manera distinta. El primer salón que recorrimos llevaba como nombre “Los Cerezos”, en honor a un mural que se encontraba en la pared principal. La obra despertó mi curiosidad.
FOTO TOMADA POR: CAMILA MUÑOZ
- ¿Quién realizó estas pinturas?
- “Estos son murales pintados a mano por mi hermana y por mí. Toda la decoración la hicimos nosotros mismos con el objetivo de que la persona se sienta lo más cómoda posible (…) mi hija es arquitecta y nos asesoró en temas de decoración”, dijo Gilberto.
La cafetería evita la música a volúmenes altos para permitir que los clientes conversen tranquilamente. Asimismo, tienen rejas de seguridad con el fin de evitar que habitantes de la calle lleguen a incomodar a los comensales.
El tour continuó por “La Terraza”, un recinto tropical caracterizado por su locación alta y con vistas hacia todo el local. Finalmente, se encuentra el salón para los lectores, un sitio tranquilo donde la persona puede optar por leer un libro si así lo desea. Cabe destacar que la arquitectura del negocio permite que desde cualquier sector se visualice lo que ocurre en los demás, pero ambientados completamente diferente.
Además de la comida, Maruja Café se caracteriza por sus representaciones de baile. De lunes a viernes, en los horarios de 8 a.m. a 9 a.m. y 6 p.m. a 7:30 p.m. ofrecen ensayos de danza folclórica. Por otro lado, los sábados de 3 p.m. a 7 p.m. dictan clases de baile latino (salsa, merengue, bachata, reguetón, etc.). En cuanto a los tiempos de atención de la cafetería, abren sus puertas desde las 3 p.m. hasta las 8 p.m. todos los días.
FOTO TOMADA POR: CAMILA MUÑOZ
A pesar de contar con un año de existencia, el local ha llamado la atención de cientos de ibaguereños que disfrutan de ir a tertuliar, degustar un buen aperitivo y observar los bailarines. Antes de salir, decidí agradecerle a su hijo Gabriel por la comida y prometí volver pronto para degustar las otras variaciones de emparedado: Sándwich Clásico y La Maruja. Sin embargo, cuando me disponía a cruzar la puerta de salida recordé una de las preguntas clave que no podía pasar por alto.
FOTO TOMADA POR: CAMILA MUÑOZ
- Antes de que se me olvide don Gildardo, ¿por qué deciden ponerle La Maruja al negocio?
- “Maruja es en honor a mi mamá, que se llamaba así”.
- Cuénteme un poco acerca de ella…
“Esa historia se la puedo contar acompañada de otro sándwich”, dijo Gildardo entre risas.
Por: Camila Muñoz